Un niño de 11 años de edad fue el autor de una nota con una amenaza de bomba que hizo que desalojasen un vuelo de Fuerteventura con destino a Santiago de Compostela.
El avión estaba en pista a punto de despegar cuando una pasajera encontró la nota al abrir la bandeja. La azafata se lo comunicó al comandante y este explicó a los pasajeros que había que hacer una revisión y que había que seguir un protocolo, que todos debían bajar del avión.
Según explicó una de las pasajeras, llegó un capitán de la Guardia Civil y les explicó que no se preocupasen, que había que seguir un protocolo hasta el final, mirar traer perros y revisar todo.
Más tarde se les informó a los pasajeros que un niño de 11 años que viajó en ese mismo avión en otro viaje fue quien gastó la broma dejando la nota. Pasada la incidencia, el avión retomó su ruta y voló a Santiago, a donde llegó sobre las 4.00 horas.
