SE LE ENGUSANA EL TILIN

Lombriz gusano


James Michael, de 32 años, jamás olvidará el viaje que hizo por África, pues más allá de los recuerdos que le dejaron los deportes extremos y los impresionantes paisajes naturales, un gusano parásito decidió irse a casa con él, alojándose en su pene, lo que le provocó graves problemas de salud que lo dejaron en silla de ruedas.

Un año después de su aventura comenzó a perder la movilidad

Todo comenzó en agosto de 2017, cuando el joven británico y su grupo de amigos realizaron un viaje de cinco días que incluyó los países de Zambia, Zimbabwe y Malawi. 
Más de un año después de su aventura, en octubre de 2018, James comenzó a perder la sensación en las piernas. Al principio pensó que era fatiga por ciclismo, pero con el paso de los días sus síntomas empeoraron, haciendo que en unas semanas subir 15 escalones hasta su departamento se convirtiera en toda una odisea para él.
Una mañana de noviembre de 2018 despertó sudando incontrolablemente y comenzó a pensar que una grave enfermedad lo aquejaba, por lo que decidió acudir al Hospital Westminster.

Comenzó a recibir tratamiento, pero ni los médicos sabían para qué enfermedad

Los médicos le dieron antibióticos y lo enviaron a casa, pero una semana después, cuando las cosas empeoraron, regresó nuevamente, exigiendo que lo revisaran en el departamento de neurología.
Tras un análisis de sangre, los médicos descubrieron que su sistema inmunitario estaba atacando su columna vertebral, por ello había perdido el control de sus piernas.
"Me pusieron un tratamiento de esteroides de seis meses para contrarrestar esto, pero en realidad no sabían qué había causado” los malestares.James Michael, paciente.

Ni siquiera podía usar el retrete

Entonces fue puesto bajo el cuidado de médicos especializados en Enfermedades Tropicales, quienes lo diagnosticaron correctamente justo antes de Navidad y le dieron la medicación adecuada.
"Eso mató la infección pero me quedé básicamente debilitado".
James tuvo que pasar tres meses en el hospital usando una silla de ruedas, luego cuatro meses con muletas, hasta abril pasado. 
También padeció acné extremo a causa de los esteroides, además de diarrea y el uso de un catéter, porque no podía usar el retrete.
“El dolor era como nada que hubiera conocido antes. A veces, era un dolor físico insoportable que era debilitante”. 
El acné le invadió toda la espalda y los brazos, impidiéndole dormir o tomar un baño normal por todo un mes, ya que le causaba mucho dolor recostarse sobre su espalda o estar bajo el agua corriente.
James también perdió el apetito y luchó por mantener una vida sexual con su novia.
"Mi novia no podía abrazarme porque solo para tocarme dolía y no habíamos tenido una relación íntima porque era demasiado doloroso para mí”.

¿Dónde contrajo el gusano?

De acuerdo con James, el gusano se habría adherido a su miembro en alguno de los días que nadaron y navegaron por tres horas en el lago Malawi.
Sin que él se diera cuenta, el gusano se habría arrastrado dentro de su pene y lo habría infectado con bilharzia. Lentamente, el jóven se fue enfermando al grado que su sistema inmunológico se aceleró y atacó su columna vertebral, evitando que usara sus piernas.
Tras varios meses en tratamiento, James logró recuperarse por completo y en cada oportunidad que tiene advierte sobre los peligros de nadar donde existe el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.
“Sin duda lo pensaré dos veces antes de darme un chapuzón en el lago Malawi".