Independientemente de lo que podamos pensar a modo personal, la infidelidad es aceptada en distintas modalidades de relación; como por ejemplo, la swinging, donde la palabra ni siquiera alcanza el significado que para la mayoría. Y otra, el cuckolding, una práctica sexual que se ha popularizado recientemente. Aquí te explicamos qué es y todo lo que necesitas saber antes de aventurarte.
La explicación más sencilla es la siguiente: 'cuckolding' quiere decir cornudo en inglés, y en un inicio aquellos que se sienten favorecidos con ella eran señalados con el dedo. No obstante, con el tiempo algunos foros y comunidades dedicadas al intercambio de parejas la han llevado a una zona mucho más común y tolerante.
Conoce el cuckolding, la nueva práctica sexual
Prepárate para lo que vas a leer y procura tener una mente abierta: Consiste en que algún integrante de la pareja tenga relaciones sexuales con un tercero y después lo cuente a detalle cuando el otro esté presente. Esto generaría que la pasión entre ambos regrese si es que se había perdido, o se incendie de inmediato y con más intensidad que antes.
"En las parejas abiertas, es la fantasía la que completa la historia. En el cuckolding el discurso está centrado en cómo fue la experiencia sexual con el tercero y el relato en sí mismo es fuente de excitación"
De acuerdo con el sexólogo Walter Ghedin, el relato del cuckolding se convierte en un fetiche en el momento en que te imaginas a tu pareja teniendo sexo con otra persona que no eres tú, haciendo lo que tal vez no haría contigo o disfrutando de lo que tú no te atreves a hacerle. Sin embargo, este acercamiento debe ser puramente sexual, con condón y de una sólo ocasión.
Sin celos ni reproches, ¿te atreves?
Claro que cada pareja pone sus propias reglas, pero como advierte el también psiquiatra a Infobae, aquí no caben los celos ni los reproches. Todo lo contrario, se necesita haber alcanzado la madurez necesaria en la relación como para dejar de ver la supuesta infidelidad y centrarse en lo erótico.
"Existen personas que buscan estímulos nuevos, los aburre la monotonía y están atentos a nuevas prácticas. La necesidad de aventurarse a formas de excitación más arriesgadas los alienta a avanzar y a proponerlas a sus parejas. En algunos casos encuentran eco a sus pedidos, en otros un marcado rechazo", puntualiza el especialista.