Desafortunadamente, en la actualidad aún se habla poco de padecimientos ginecológicos, aunque estos son más comunes de lo que podemos imaginar, uno de ellos son los quistes ováricos, pero, ¿qué son y cuáles son sus síntomas?
Aunque existen pocos estudios que hablen de su prevalencia en la población general, una investigación realizada con el programa estadístico SPSS realizada en México entre 2000-2003, encontró que 8.3% de las mil 10 mujeres posmenopáusicas analizadas, presentaron quistes en los ovarios.
¿Qué son los quistes ováricos?
Para empezar, entendamos qué son los quistes ováricos; de acuerdo con Saber Vivir, se trata de formaciones líquidas que se desarrollan en el ovario o sobre él. Es común que aparezcan durante la ovulación, y usualmente desaparecen por sí solos en máximo tres meses, a este tipo se le conoce como quiste funcional, y no se consideran peligrosos.
Sin embargo, cuando un ginecólogo detecta un quiste en el ovario, le dará seguimiento y repetirá los estudios uno o dos meses después para verificar si desapareció, permaneció o creció; en los últimos dos casos será necesario analizar la causa del quiste, pues podría indicar algún padecimiento más grave, incluido el cáncer.
¡Cuáles son los síntomas de quistes ováricos?
Como ya dijimos, los quistes ováricos funcionales pueden aparecer y desaparecer en unos cuantos meses; generalmente estos no causan ningún problema ni molestia.
Aquí te dejamos algunas razones por las que un quiste podría causar síntomas incómodos:
- Se vuelve grande
- Sangra
- Se rompe
- Interfiere con el riego sanguíneo al ovario
- Se golpea durante la relación sexual
- Se tuerce o causa torsión del ovario
En caso de que a un quiste le suceda alguno de los puntos anteriores, los síntomas que podrían indicarlo y que deberían considerarse de alarma son:
- Distensión o inflamación abdominal.
- Dolor durante la defecación.
- Dolor pélvico poco después del comienzo o finalización del período menstrual.
- Dolor con las relaciones sexuales.
- Dolor pélvico constante.
- Dolor pélvico intenso y repentino, a menudo con náuseas y vómitos.
- Se puede presentar manchado o sangrado con algunos quistes.