No hay peor ciego que el que no quiere ver. Esta es la historia de Richard Rappaport, un adulto mayor de 77 años que siendo esposo de una mujer que le robó en más de una ocasión, no se decidió a denunciarla hasta que se hizo con un millón de dólares de su cuenta.
Esta fue la cantidad que necesitó el residente de Tampa, Estados Unidos (EU), para quitarse la venda de los ojos y separarse de Lin Helena Halfon a tan sólo 4 meses de su boda y sin si quiera haber vivido con ella. Él le pagaba la renta de un departamento y se hacía cargo de todos sus gastos.
Ella tiene 26 y él 77, se amaban locamente hasta que...
El millonario se convenció de la verdad cuando la joven intentó cambiar por efectivo cheques de hasta un millón de dólares que él mismo le había firmado con toda confianza porque jamás pensó que ella se presentaría ante un banco afirmando que necesitaba comprar un barco de lujo para su marido.
"Notificamos al empresario y dijo que quería darle el beneficio de la duda, además de que se negaba a fuera deportada a su Israel natal"
A pesar de la firma de Rappaport, las autoridades del establecimiento no aprobaron la operación y además se quedaron perplejos cuando la chica se ofreció a pagar una comisión del 10 por ciento (100 mil dólares o un millón 884 mil pesos mexicanos) a cada de uno de los que la ayudaran a cobrar el dinero.
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No era amor verdadero, era una unión en secreto y por interés
Fue sólo en ese momento cuando se confesó víctima de fraude y aceptó que Lin Helena fuera arrestada este mes en el Aeropuerto Internacional de Tampa, donde al parecer fue detenida a tiempo pues planeaba huir. Por último, la hija de la víctima informó que ni ella ni el resto de su familia estaban enterados de que su padre se hubiera vuelto a casar.