Cómo ve el mundo tu gato

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Seguro que más de uno o dos dueños de un lindo minino pagarían por ver a través de sus ojos en alguna ocasión. No solo para entender su frío y calculador intelecto, que no duda en subirse a una estantería y tirar tu jarrón de la dinastía Ming valorado en miles de euros. También porque sus bellos ojos felinos ven las cosas un poco diferentes a como las vemos nosotros, y, aunque sea por simple curiosidad, parece interesante.

 

Por poner un poco en contexto: el último ancestro común de gatos y humanos fue un mamífero que vivió hace más de 90 millones de años. Un conjunto de descendientes de este mamífero se dividió en roedores y primates respectivamente, y también a nosotros. La otra rama conducía no solo a los gatos, también a las ballenas, cerdos, caballos o murciélagos. Esto significa que estamos mucho más relacionados con los ratones que con el resto de animales, mal que nos pese.

 

Ese último ancestro compartido con los gatos probablemente tenía un sistema visual más simple y menos poderoso que el que tienen los humanos o los gatos en la actualidad. Pero con el tiempo, tanto nuestro linaje como el de los gatos se adaptaron a formas de vida particulares que requerían una visión aguda y nuestros sistemas visuales se volvieron más sofisticados.

 

El último ancestro común de gatos y humanos fue un mamífero que vivió hace más de 90 millones de años. Tenía, lógicamente, un sistema visual más simple

 

Para nosotros y otros primates, el vivir en los árboles es lo que nos dio la visión que actualmente tenemos. Nos sirve para evaluar, planificar e imaginar en un entorno tridimensional complejo, lo cual es muy práctico cuando un paso en falso puede significar la perdición a manos de algún depredador. Una estrategia muy buena también para encontrar frutas en los árboles mientras mitigábamos el riesgo de caídas.

placeholder Sus ojos son más parecidos de lo que puedas imaginar.
Sus ojos son más parecidos de lo que puedas imaginar.

Pero los gatos son cazadores y, por tanto, su sistema visual es diferente. De hecho, están tan desarrollados para la caza que la mayor parte de su cerebro puede "apagarse" y aún pueden atacar. Más específicamente, si el cerebro anterior se desconecta quirúrgicamente del resto, un pequeño golpe de electricidad al tronco cerebral hará que el animal salte de una manera totalmente coordinada. Eso es muy útil si tienes que atrapar a una presa rápida y astuta como un ratón: el salto debe ser preciso y coordinado. Y aquí es donde entra en juego la visión: para saber dónde tiene que saltar, necesita saber cuánto de lejos debe hacerlo. La vista de sus dos ojos es algo diferente, lo que permite que el cerebro juzgue con precisión la distancia con un objeto cercano.

 

El vivir en los árboles es lo que nos dio la visión que actualmente tenemos. Nos sirve para evaluar, planificar e imaginar en un entorno tridimensional complejo

 

La visión estereoscópica es la capacidad que tenemos para integrar las imágenes que recibimos a través de cada uno de los ojos, en una sola imagen en tres dimensiones, en relieve y con profundidad. Si un gato ve un ratón en el suelo delante de él, su imagen se proyecta en ambos ojos y aterriza en las dos retinas. Una neurona en cada ojo capta la luz de, digamos, la parte superior de la cabeza del ratón. Luego, las dos neuronas deben enviar esta información a los mapas cerebrales de la escena visual para que las dos imágenes puedan compararse en busca de pequeñas diferencias. Esto sucede en la corteza visual, en la parte posterior de la cabeza, que recibe información de los dos ojos.